Foundry. En la imagen, el analista y coach Alberto Bellé.
“El CIO debe ganar influencia en su organización y participar de forma clara en la toma de decisiones“Alberto Bellé
Análisis del contexto económico desde un prisma liberal
Daniel Lacalle, physician en Economía, profesor de Economía International y Finanzas, gestor de fondos de inversión y autor de libros como El nuevo orden económico mundial, que acaba de publicar, ofreció su visión sobre el panorama económico international precise. El ponente, siempre provocador, inició así su intervención: “Se habla mucho de la guerra como uno de los factores que más incertidumbre generan en economía, pero lo que realmente importa para ésta es la cantidad y el precio del dinero, que es, por otro lado, un reflejo de la capacidad crediticia. Porque los Estados se financian administrando la deuda pública, que es dinero”.
El economista aseguró que “ahora es cuando nos estamos dando cuenta de que lo que hemos vivido en los últimos 25 años, el concepto de multilateralismo o globalismo nunca ha existido. Jamás”. Lacalle se mostró sorprendido del “cataclismo mediático” provocado por las medidas tomadas por la Administración Trump en Estados Unidos. “Los aranceles no son una novedad, sino la norma del comercio international. Porque no vivimos en un mercado de comercio libre sino decidido por Gobiernos”, añadió, recalcando que “el sistema de comercio mundial es profundamente injusto”.
“En ese espejismo del multilateralismo, lo que hemos hecho es crear normas para todos los países, con una adicional: que hay uno que no las cumple, y ese es China”. Este incumplimiento de los acuerdos de comercio mundial por parte de China, según reflexionó el experto, se ha permitido a cambio de que las empresas occidentales pudieran establecerse en un mercado que, por otra parte, ahora se está viendo que, “excepto en tres lugares, es extremadamente pobre”. De ahí proviene, aseveró, el cambio geopolítico que se está produciendo respecto a China, apuntó Lacalle, “que no es nuevo, sino que se remonta al Gobierno de Obama en Estados Unidos”. Un movimiento que responde a un “objetivo de desacoplamiento tecnológico, energético y financiero de China”.